Conéctate con nosotros
dominga

Columnas de Opinión

[Opinión] Un año perdido

elcomunal

Publicado

el

Imagen: Municipalidad de La Higuera

Ha pasado un año desde que Uberlinda Aquea asumió la alcaldía de La Higuera. Un año que muchos esperaban que marcara un punto de inflexión después de la devastada administración de Yerko Galleguillos. Un año que, en teoría, debía servir para ordenar las cuentas, recuperar la confianza, restablecer la transparencia, reconstruir servicios debilitados y comenzar a delinear un proyecto serio de desarrollo para la comuna. Ese año ya pasó. Y la verdad es que La Higuera no ganó nada. Lo que perdió, en cambio, es evidente.

Desde el inicio, la alcaldesa prometió cambiar el modo de hacer las cosas. Ese compromiso hoy se derrumba frente a un hecho imposible de ignorar: la administración actual gobierna peor que la anterior. Ya no se trata de errores propios de una instalación compleja. Se trata de una responsabilidad política. Un año después, el diagnóstico es el mismo que el de enero con una gestión sin rumbo. Y es el mismo que el de junio con un cambio que no llegó.

Uberlinda Aquea no corrigió el desorden que dejó Yerko Galleguillos. Lo profundizó. Los remates avanzan sin freno, los embargos se multiplican, las demandas ejecutivas siguen su curso sin una estrategia jurídica consistente, la deuda crece y el municipio es incapaz de cumplir incluso con sus obligaciones mínimas de transparencia. Para colmo, la transparencia, que fue su bandera de campaña, atraviesa su peor momento en años. Las remuneraciones no se publican desde junio, varias secciones siguen desactualizadas, los reclamos se acumulan y la unidad encargada de esta tarea está prácticamente paralizada.

Durante este año, la administración municipal no logró mejorar nada de fondo. Lo que sí consiguió fue perder apoyo y capital político. La alcaldesa no construyó liderazgo, no articuló coaliciones, no fortaleció a su propio sector y ni siquiera movilizó a quienes votaron por ella. Las elecciones presidenciales lo dejaron claro. Jeannette Jara no ganó en La Higuera, Franco Parisi arrasó y la derecha dura creció con fuerza. La señal es inequívoca. La autoridad local no tiene ascendencia, no tiene credibilidad y no tiene capacidad de ordenar ni dirigir políticamente a la comuna.

Mientras tanto, el municipio se enreda en contradicciones que dejan al descubierto la falta de manejo. El episodio del viaje a Argentina es una muestra perfecta. La alcaldesa pidió autorización al Concejo para representar al municipio, aseguró después que viajaría con días administrativos, afirmó luego que no habría gasto municipal y finalmente anunció reuniones bilaterales que solo puede sostener una autoridad en funciones. Lo que aparece es una mezcla de improvisación con torpeza jurídica. Se dice una cosa para obtener respaldo político y se hace otra para esquivar la responsabilidad administrativa. Ese es el nivel de desorden.

El primer año de gobierno confirma algo que la comunidad ya comenta abiertamente. No hay liderazgo. No hay conducción. No hay capacidad técnica. No hay estrategia política. Tampoco hay sentido de urgencia. Ningún problema estructural mejoró. Varios empeoraron. Las áreas críticas están más debilitadas que hace un año. Y cuando la situación exige decisiones firmes, la respuesta del municipio es silencio, excusas y un gesto permanente de desconcierto.

La comunidad lo percibe. Los concejales, que en su mayoría son unos flojos y han sido incapaces de ejercer fiscalización, también lo saben. Y la propia administración lo reconoce sin quererlo, porque un año después sigue culpando a la herencia recibida, sigue prometiendo lo que no cumple y sigue actuando como si aún estuviera instalándose. Ese relato, que al principio generaba cierta comprensión, hoy solo provoca irritación. Una cosa es recibir un municipio en malas condiciones. Otra, muy distinta, es no saber qué hacer con él.

Por eso esta columna se llama así. No habla de un año difícil. No habla de un año de transición. Habla de un año desperdiciado. Un año en que La Higuera necesitaba dirección y recibió confusión. Un año en que necesitaba firmeza y recibió vacilaciones. Un año en que necesitaba liderazgo y recibió una administración que, doce meses después, todavía no aprende a gobernar.

Es, en términos simples, un año perdido.
Y lo verdaderamente inquietante es que, si no se corrige el rumbo de inmediato, el próximo puede ser aún peor.

Miguel Torres Romero
Exalcalde de La Higuera
Cientista Político
Mg. (c) en Investigación Social
Universidad de Buenos Aires

Le Mistral
dominga
LA HIGUERA

Indicadores económicos

Sábado 06 de Diciembre del 2025

Dólar $918.15
Euro $1070.23
UF $39643.59
IPC % 0.3
UTM $69542
OPRCoquimbo
Whatsapp Diarios Comunales

Lo más leído

Send this to a friend